Pescado semigraso de gran valor culinario. Alcanza su punto álgido de grasa en los meses fríos, aunque ofrece un ciclo de producción muy estable a lo largo de todo el año. El san Pedro puede vivir a diferentes profundidades encontrándose principalmente en aguas costeras. También es posible observarlo tanto en zonas próximas al fondo marino como a media profundidad. El nuestro es el San Pedro de costa, el más reputado por los artes de pesca empleados para su captura (trasmallo y palangre).